Inteligencia Artificial ¿Humo o realidad?
Tengo que empezar esta entrada confesando que hasta hace unos meses era bastante reacio a "tocar" cualquier cosa que tuviera que ver (aunque fuera de lejos) con la Inteligencia Artificial.
Lo veía como algo peligroso (le sigo viendo bastantes peligros hoy en día) y un poco como si fuera un enemigo, más que como un aliado.
Aún así, hace unos meses me decidí a hacer un curso introductorio a la Inteligencia Artificial y otro, también introductorio, pero más centrado en las IAs generativas. Los hice con la mente abierta y con ganas de ver qué verdadero potencial tenían y si verdaderamente eran un poderoso enemigo o un maravilloso aliado.
Tengo que decir que esos dos cursos son, probablemente, dos de los cursos que más me alegro de haber hecho en toda mi carrera ya que gracias a ellos, descubrí que las Inteligencias Artificiales están lejos de ser algo malo. Todo lo contrario. ¡Es una de las herramientas más útiles que se han inventado en la historia!...
Creo que todos nos maravillamos cuando descubrimos ChatGPT hace un par de años.
Era probarlo y descubrir una sensación de miedo-curiosidad-incertidumbre-alegría muy difícil de describir.
"Hablabas" con esa nueva herramienta y te respondía con una agilidad y un conocimiento que parecía increíble...
Pero a poco que rascababas la superficie, te empezabas a dar cuenta que la información que te ofrecía no era del todo veraz (en algunas ocasiones). Que costaba mucho llegar a un resultado óptimo y que si le pedías tareas complejas, tardabas más tiempo intentando que te ofreciera la solución que buscabas, que el tiempo que hubieras empleado haciendo tú mismo la tarea.
En los dos últimos años hemos vivido una revolución en la que han salido a la luz un montón de IAs generativas de prácticamente todas las empresas potentes del mundo de la tecnología. Desde Google, a Microsoft, pasando por Meta...
Y eso sin contar a nuevas empresas, como OpenAI o Perplexity, desconocidos hasta hace bien poco, pero que ofrecen productos que dejan a los grandes nombres a la altura del betún (No nos engañemos, los modelos de OpenAI o Anthropic, están a años luz de los de Google o Microsoft) y aunque sigue sin ser fácil llegar a un resultado óptimo si no se manejan correctamente, se ha mejorado mucho en el procesamiento de la información que ofrecen los nuevos modelos, así como en el entendimiento con el humano que hay detrás de la pantalla pidiéndoles cosas.
Tras continuar estudiando sobre IAs generativas y trastear con varios modelos, tanto online, como offline, tengo que reconocer que a día de hoy he aprendido a usar esta tecnología y ahora ella trabaja para mí y me ayuda en muchas tareas. Incluso en tareas muy sencillas que, aunque podría hacerlas yo mismo, la IA las hace más rápido. No mejor, pero sí más rápido.
Y aquí la palabra clave es "aprendido".
Manejar bien las Inteligencias Artificiales aún no está al alcance de todo el mundo (bueno, sí lo está, pero hay que aprender).
Eso que (de forma "chic") llaman "promopt engineering" (o lo que en "cristiano" vendría a ser, dar las órdenes a la IA de una forma correcta), es algo que a día de hoy hay que aprender a hacer si no quieres estar dando vueltas hasta conseguir el resultado que buscas.
Y aquí quizá es donde más gente que intenta usar una IA generativa, termina aborreciéndolas o llevándose una imagen distorsionada de lo que se puede o no se puede conseguir con esta herramienta.
Si no las sabes usar bien (cosa que no nos engañemos, tampoco es difícil), no vas a conseguir lo que quieres. O al menos, no siempre.
Hay que aprender a usarlas. Hay que aprender a pedirles las cosas y, una vez que sabes hacerlo, es cuando puedes desatar todo su verdadero potencial.
¿Humo o realidad?
Para mi, a día de hoy, todavía hay mucho (muchísimo) humo, pero aún así, esto de la Inteligencia Artificial es una tecnología que ha llegado para quedarse. Que en sólo dos años ha avanzado muchísimo y que dentro de otros dos, probablemente ya sí que esté al alcance de cualquiera e integrada en nuestras vidas de formas que quizá ahora mismo ni nos imaginamos.
Si no lo habéis hecho, os recomiendo hacer algún curso introductorio a este mundillo y, si os pica el gusanillo, investigad por vuestra cuenta.
Hay muchas aplicaciones para darle a esta tecnología que, aunque todavía no nos va a quitar el trabajo, por lo pronto nos puede facilitar muchas de las tareas que hacemos en el día a día o incluso llevar a cabo proyectos que, por falta de conocimientos, serían inviables de llevar a buen puerto.